martes, 13 de febrero de 2007

Renouveau



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Renouveau
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Le printemps maladif a chassé tristement
L’hiver, saison de l’art serein, l’hiver lucide,
Et, dans mon être à qui le sang morne préside
L’impuissance s’étire en un long bâillement.
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Des crépuscules blancs tiédissent sous mon crâne
Qu’un cercle de fer serre ainsi qu’un vieux tombeau
Et triste, j’erre après un rêve vague et beau,
Par les champs où la sève immense se pavane
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Puis je tombe énervé de parfums d’arbres, las,
Et creusant de ma face une fosse à mon rêve,
Mordant la terre chaude où poussent les lilas,
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J’attends, en m’abîmant que mon ennui s’élève...
― Cependant l’Azur rit sur la haie et l’éveil
de tant d’oiseaux en fleur gazouillant au soleil.
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Stéphane Mallarmé

¡Qué de invidiosos montes levantados...




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1600
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¡Qué de invidiosos montes levantados,
de nieves impedidos,
me contienden tus dulces ojos bellos!
¡Qué de ríos del yelo tan atados,
del agua tan crecidos,
me defienden el ya volver a vellos!
iY que, burlando dellos,
el noble pensamiento
por verte viste plumas, pisa el viento!

Ni a las tinieblas de la noche obscura
ni a los yelos perdona,
y a la mayor dificultad engaña;
no hay guardas hoy de llave tan segura
que nieguen tu persona,
que no desmienta con discreta maña;
ni emprenderá hazaña
tu esposo, cuando lidie,
que no la registre él, y yo no invidie.

Allá vueles, lisonja de mis penas,
que con igual licencia
penetras el abismo, el cielo escalas;
y mientras yo te aguardo en las cadenas
desta rabiosa ausencia,
al viento agravien tus ligeras alas.
Ya veo que te calas
donde bordada tela
un lecho abriga y mil dulzuras cela.

Tarde batiste la invidiosa pluma,
que en sabrosa fatiga
vieras (muerta la voz, suelto el cabello)
la blanca hija de la blanca espuma,
no se si en brazos diga
de un fiero Marte, o de un Adonis bello;
ya anudada a su cuello,
podrás verla dormida,
y a él casi trasladado a nueva vida.

Desnuda el brazo, el pecho descubierta,
entre templada nieve
evaporar contempla un fuego helado,
y al esposo, en figura casi muerta,
que el silencio le bebe
del sueño con sudor solicitado.
Dormid, que el Dios alado
de vuestras almas dueño
con el dedo en la boca os guarda el sueño.

Dormid, copia gentil de amantes nobles,
en los dichosos nudos
que a los lazos de amor os dio Himeneo;
mientras yo, desterrado, destos robles
y peñascos desnudos
la piedad con mis lágrimas granjeo.
Coronad el deseo
de gloria, en recordando;
sea el lecho de batalla campo blando.
Canción, di al pensamiento
que corra la cortina,
y vuelva al desdichado que camina.
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Luis de Góngora y Argote

lunes, 1 de enero de 2007

L'après-midi1

Rien, cette écume, vierge vers
À ne désigner que la coupe ;
Telle loin se noie une troupe
De sirènes mainte à l’envers.

Nous naviguons, ô mes divers
Amis, moi déjà sur la poupe
Vous l’avant fastueux qui coupe
Le flot de foudres et d’hivers ;

Une ivresse belle m’engage
Sans craindre même son tangage
De porter debout ce salut

Solitude, récif, étoile
À n’importe ce qui valut
Le blanc souci de notre toile.

Salut, Stéphane Mallarmé

FablePG1

Estas que me dictó, rimas sonoras,
Culta sí aunque bucólica Talía,
Oh excelso Conde, en las purpúreas horas
Que es rosas la alba y rosicler el día,
Ahora que de luz tu niebla doras,
Escucha, al son de la zampoña mía,
Si ya los muros no te ven de Huelva
Peinar el viento, fatigar la selva.
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Celle-ci – rimes sonores – que me dicta
une savante, bien bucolique Thalie
– oh conte excellent – aux heures pourpres
où rose est l’aube et le jour rose argent
à présent que l’éclat tu dores ta Nuée,
écoute-les au son de mon chalumeau,
si les murs ne te voient plus de Huelva
brosser le vent, épuiser la forêt. .
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Fable de Polyphème et Galatée 1, Luis de Góngora y Argote